jueves, 15 de abril de 2010

EL BOSQUE ELECTRÓNICO


Los naturalistas tradicionales llevaban cuadernos de campo en los que anotaban cuanto observaban. los del futuro trabajaran en sus despachos con los datos que aportan los sistemas de vigilancia electrónica medioambiental.

La reserva james, un cañon situado en las montañas de san Jacinto, en california, es el banco de pruebas de esta nueva forma de observar y comprender la naturaleza. A lo largo y ancho de 12 hectáreas decenas de sensores, robots, cámaras y ordenadores van tomando nota de todo tipo de datos desde el subsuelo hasta la copa de los árboles más altos. Para el naturalista tradicional, la mayor parte de esos datos pasaban en advertidos por que no podía tomarlos todos. Y resulta que los ecosistemas son tan complejos que todos los factores influyen en su evolución. Ahora se podrá saber mejor como funcionan.

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